Esta exposición propone un acercamiento al fenómeno ferroviario desde el punto de vista de sus construcciones, describiendo sus funciones y detallando la evolución estilística de las mismas mediante planos, proyectos, materiales y documentación gráfica de todo tipo. Y todo ello con la intención de contribuir a preservar unos testimonios arquitectónicos que son hitos ineludibles en la historia reciente de Asturias y de toda España.
La nómina de técnicos con responsabilidad en la ejecución de las estaciones asturianas es numerosa. Algunos de ellos como José Elduayen, Jerónimo Ibrán, Valentín Gorbeña o Carlos Rosa son figuras de dominio público; otros pese a sus decisivas y perdurables aportaciones permanecen en el anonimato. A partir de la segunda década del siglo XX se detecta en Asturias la participación de arquitectos en la proyección de estaciones. Aparecen aquí nombres como Enrique Rodríguez Bustelo, José Avelino Díaz Omaña, Julio Galán o Miguel Díaz Negrete, autores de algunas de las mejores estaciones.
Como pieza arquitectónica, la estación de ferrocarril presenta varios aspectos de interés. En primer lugar, responde a unas reglas compositivas y estéticas inéditas para la Historia del Arte. En su construcción se utilizaron unos materiales determinados y novedosos en su momento: ladrillo macizo, cerchas de madera o hierro, columnas de hierro fundido, etcétera, reforzados por el empleo de un mobiliario propio y otros elementos como farolas, cerámicas, mamparas de cierre o rótulos indicadores que contribuyeron a su esplendor. Asimismo, poseen un elevado valor emotivo derivado de su condición de espacio público, escenario para diversas generaciones de múltiples acontecimientos, idas y despedidas, llegadas y reencuentros.
Asturias cuenta con un importante patrimonio arquitectónico vinculado al ferrocarril. La dilatada y compleja historia de este medio de transporte en la comunidad tiene su correspondencia en un elevado numero de estaciones e infraestructuras ferroviarias. Conserva alguna registrada entre las más antiguas de España y a lo largo de la red se presenta un notable repertorio de construcciones auxiliares que por sí mismo constituye un completo tratado de explotación de ferrocarriles. En sus materiales y disposición puede estudiarse la historia de la arquitectura de los últimos 150 años, y en sus salas de espera y dependencias interiores la evolución del viaje, del trabajo y de las relaciones sociales. Formalmente, permiten efectuar un largo recorrido desde el clasicismo inicial hasta las experiencias modernizadoras de los años centrales del siglo XX. Funcional y tecnológicamente reflejan el desarrollo de la explotación ferroviaria, desde el apoyo exclusivo en el factor humano hasta la implantación de sistemas automáticos de control del tráfico.
Estaciones de Asturias: Arquitectura y patrimonio ferroviario
Museo del Ferrocarril de Asturias, Gijón.
Salas de Exposiones Temporales
Julio a Diciembre de 2008
Me pasaré en cuanto me sea posible.
