Un "enganchón" se produce cuando el pantógrafo, por encontrar un obstáculo u otras causas que brevemente cito a continuación, se "engancha" literalmente con la linea aérea, dando lugar a un amasijo de hilo de cobre y hierro del propio pantógrafo de dimensión proporcional a la velocidad a la que circulaba el tren que equipaba ese pantógrafo.
Basicamente, los enganchones "fortuítos" se producen por rotura de elementos de sustentación de la catenaria. Rotura de péndolas (interponiéndose la péndola por debajo de la superficie de contacto), brazos de atirantado (que supone la pérdida de la geometría), falsas catenarias en catenarias sin compensar (que tambien hace perder la geometría) e, incluso, desprendimiento de mensulas, aunque este último caso supone mayores daños, ya en el propio material.
Tambien puede ocurrir, aunque esto ya entra en deficiencias de mantenimiento, que un excesivo desgaste de la banda de contacto del pantógrafo provoque un enganchón.
Un caso que tambien se ha dado es el despegue del pantógrafo, estando la locomotora en tracción, produciendo un arco que, dado el caso, literalmente corta el hilo de contacto. Aunque no es propiamente un enganchón, las consecuencias son las mismas. La causa de ese despegue es una avería o deficiente regulación en los mecanismos de elevación del pantógrafo.